jueves, 30 de junio de 2016

El Arca De La Alianza


El Arca de la Alianza es una de las entidades más enigmáticas de todos los tiempos. Contenía las tablas de los Diez Mandamientos, algunos maná, y la vara de Aarón que reverdeció.
Revestida la madera de acacia con placas de oro y plata, estaba coronada por dos querubines de oro, ángeles asociados con la presencia de Dios.
En el antiguo Israel, el arca era una fuerza a tener en cuenta: borró el río Jordán, tiró abajo los muros de Jericó, y mató al falso dios cananeo. Incluso tocarla arriesgaba la muerte instantánea. 
Pero en el año 587 aC, después del saqueo de Babilonia a Jerusalén, el arca desapareció. La Escritura dice poco acerca de su destino, que no sea que no sería reconstruida, según Jeremías 3:16. (2 Macabeos también dice que Jeremías ocultó el arca en una cueva, pero esta anécdota es citada de otra fuente. Para más información sobre la interpretación de este pasaje, consulte la Enciclopedia Católica y el Comentario Bíblico Haydock).
Decenas de teorías se han hecho girar sobre lo que pasó con ella, que van desde las declaraciones de que fue ocultada bajo el Gólgota por los Judios, robado por un faraón egipcio, de alguna manera terminó en posesión de la tribu Lemba africana, o simplemente fue destruida por los babilonios.
Una de las afirmaciones más interesantes es hecha por la Iglesia Ortodoxa Etíope, que dice que Menelik, el supuesto hijo del rey Salomón y de la reina de Saba, llevó el arca a Etiopía donde ha estado desde entonces y sigue estando secuestrada al día de hoy en un pequeño santuario en la norteña ciudad de Aksum, donde sólo se permite a un monje ortodoxo poner los ojos en ella. En la ortodoxia etíope, el arca no se sólo una rareza o un artefacto histórico, sino que que está en el centro de su fe. De hecho, ninguna iglesia en Etiopía es una casa de adoración válida a menos que tenga una réplica del arca en su interior. La afirmación de Etiopía es de hecho extraordinaria, pero también lo es la supervivencia de la ortodoxia etíope en el corazón de África durante el milenio entre el Concilio de Calcedonia en el año 451 dC y la llegada de los misioneros jesuitas en el año 1500. Muchos etíopes dan crédito al arca por el mantenimiento de su fe a través de los siglos.

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